Protagonismo del color, y presencia de gráficas a
modo de pictogramas, son datos de relevancia a la hora de leer la
colección de D-due para la próxima primavera - verano 2012.
Inspirada en la cartografía estética de modelos
publicitarios de las agencias de los años sesenta, se disponen
elementos simbólicos tratados como estampados sobre prendas de
estructura sencilla. Bordados con piedras naturales de colores o con
serigrafía, distintos elementos a modo de símbolo aparecen en
cazadoras, abrigos, (siempre en tejidos de algodón) o en vestidos y
blusas. Manzanas que se derriten, lágrimas, ojos llorando, peras
calaveras... Un extraño juego surrealista de ilustraciones que
funcionan como una suerte de cosmos en prendas de seda, de patrón
desestructurado y en camisas y vestidos con mangas murciélago
abundantes de encaje y de falsa apariencia lencera.
La convivencia entre unas y otras supone un
planteamiento multicolor que alterna las armonías con los contrastes,
reflejando un aspecto propio de una secuencia cualquiera de un filme
de Douglas Sirk, y que nos habla de un mundo en que la sofisticación no
anda reñida con lo funcional.
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